Sanlúcar se hará silencio
un viernes de madrugada
con la luna de parasceve
fiel testigo en la plaza
entre el frío y el relente
de una noche enamorada.
Sanlúcar se hará silencio
un viernes de madrugada,
silencio de San Francisco,
silencio de calle ancha
silencio de barrio alto
y silencio en la calzada,
que envuelve a toda Sanlúcar
su forma de andar cansada.
¡Ay Jesús del silencio!
Sanlúcar está a tus plantas
quiere que pises mi amor
su blanca alfombra de nácar.
Sanlúcar está rendida
y no duerme hasta mañana!
Que hay tanto amor en la calle,
tanto amor brota del alma
por el amor de una madre
que tu silencio proclama.
Silencio en los corazones,
silencio... ¡todo se calla!
Que mi jesús nazareno
lleva una cruz a la espalda
por los pecados del mundo
Y Sanlúcar le acompaña.
Detrás le sigue su madre
María llena de calma,
madre llena de tu amor
virgen bendita sin mancha!
Que no la roce ni el aire
ni el aire bese su cara
que es la reina de Sanlúcar,
de mi hermandad Lasaliana,
de sus cofrades, la guía
y estrella de la mañana,
orgullosa está Sanlúcar!
Que enmudezcan sus campanas!
que está en la calle el Silencio.
Viernes santo. Madrugada.
Extraído del pregón del XV aniversario fundacional de la hermandad, pronunciado en enero de 2004 por D. Antonio Bejarano Ruíz.
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